sábado, 26 de noviembre de 2011

CUESTION DE CEROS

Tomado con las dos manos huesudas al extremo opuesto de la pequeña mesa, acerca la cara a la tacita de café relamiendo interminablemente con la lengua los bordes escaliados y superficies interiores de la pieza, tal vez dando cumplimiento a un excitante y personal rito ambiguo. Definitivamente extraviado sonrió con malicia y continuó con su enajenada ocupación.
Llevaba puesta encima de los hombros una campera de nylon azul desgarrada en una hombrera. La gorra estilo “Lenin”, requintada sobre la calva coronilla, acentuaba el perfil prosaico y brutal de esa cara cortada a pico y cuello de gran predador, recio y membrudo.
De pronto comenzó a sacudir la cabeza a uno y otro lado con frenético delirio, gruñendo de impaciencia:
- “No soy un profesor delicado, soy un asesino”; abrió los ojos, giró la cabeza tratando que su discurso llegara con claridad al “rengo” Colin.
- Doscientos mil viejo rengo…y ese fui yo. Yo los maté. Niños, ancianos, hospitalizados…nada quedó con vida. Plantas, mariposas, gorriones. Yo, nadie más que yo…y tú lo sabes… ¿O no lo sabes estúpido baldado?
Tras el mostrador Charlie, el cantinero, y el parroquiano aludido (dedicado con fruición a la caza de moscas con una sola mano como un sapo hambriento lo haría con su larga lengua), bostezaban de aburrimiento cansados de verse la cara. Por fin el rengo, blandiendo su muleta para agregarle más carácter a su criterio, dijo:
- Vamos viejo, déjate de hablar tonterías y vuélvete a tu lugar que ya es hora. No hagas que te vengan a buscar otra vez. Esa ambulancia nos crispa los nervios y los tipos arrastrándote como si fueras un oso pulguiento, aún más. Vuelve al loquero…y guárdate por hoy tus ridículas historias. Bastante tengo con mi mujer, mi pierna apestada y este whisky que huele a gasolina.
- ¿Crees que lo pude evitar Colin? ¿Lo crees?... Yo contesto por ti: Sí pude evitarlo… si me hubiera comportado como un hombre ya lo creo que lo hubiera evitado. Maldito el vientre de mi madre que parió esta basura. ¿Soy o no soy una basura?.. borracho idiota.
Interviene el cantinero.
– El rengo Colin tiene toda la razón del mundo Claude. Si te portas bien y te presentas a su hora en el Establecimiento, nuevamente mañana te dejarán salir y aquí volverás a repetir la cantinela con la que nos alegras nuestros días “más que dichosos”.
Charlie termina de secar el último vaso echándose el trapo maloliente al hombro.
- Claude: Hace dos meses que nos hablas de tus “doscientos mil muertos” y aún no sabemos a qué te refieres en concreto....hedienta bola de grasa. Sácate ese pantalón orinado y mañana, si nos haces el “superlativo honor” de acompañarnos, ven con uno limpio. Ten a bien.
- Fueron más de doscientsos mil, mucho más. No quiero saber la cantidad de las víctimas pues me consuela pensar que no hay que agregar un cero más… como me temo. Mujeres pariendo, niños camino a la escuela. Perros vagabundos, ratas, un zoológico entero. Todos murieron por mi culpa y el pacato del coronel “mierda” que aún se vanagloria por haber participado en la matanza, sigue recibiendo condecoraciones. Seguro que tiene reservado en el infierno un lugar peor aú que el que me aguarda a mí.
Se calza la campera y ajusta el nudo de la corbata violeta y gris golpeando la mesa con los nudillos de ambos puños.
- Que me hagan Consejo de Guerra si quieren, pero no he de callarme: Fue, es y será una mierda. Lo juro por las bolas de Truman.
Lo dejan hacer. Una mosca no fue tan lista como las otras. El rengo se la muestra al cantinero con orgullo.
Levantó los hombros, señaló con el índice un punto del techo perpendicular a su cabeza. “Doscientos mil ¿o serían dos millones? Basta, ¡basta¡, ¡bas…Llora desconsoladamente.
Con el rostro rojo de desesperación, restregándose la barba de varios días se levanta quebrado por el llanto y hace chocar los tacos. Con irreprochable marcialidad ensaya una solemne venia y se retira aspirando fuertemente por la nariz.
- Maldito vientre de mi puta madre; maldito y pútrido vientre…doscientos mil inocentes, o tal vez dos millones ¿quién sabe?...
Antes de abandonar el local ladea el cuerpo, lo afirma sobre el borde de la puerta de cristal, gargajea un espeso esputo de tonalidades verdes y amarillas. Lo lanza a la vereda herido por la autoflagelación.
- Cuando al mundo le haga el inmenso favor de morir escupan sobre mi tumba y la de mi madre, puta infame.
Tambaleándose cruza el portal y se pierde en la espesa negritud del arrabal.
- Oye Colin, ya es hora de cerrar el negocio. Por hoy tengo bastante con tu cara de cornudo conciente y las imbecilidades de ese desgraciado. Ten a bien de pagarme y…largo.
- Siempre tienes razón Charlie.
- Quédate con el vuelto. Hasta mañana Charlie…
- Hasta mañana Colin.
…………………………………………………………………………..

Como muchos saben la bravía aviación norteamericana consideró imprescindible un seis de agosto del año de la hiena, echar sobre la desprevenida población japonesa de Hiroshima (lo hizo también sobre la de Nagasaki) una bomba atómica que destruyó innecesariamente la poca confianza que era posible tener en el hombre hasta ese momento.
Pero tal vez pocos sepan que Claude Eatherly era uno de los pilotos que condujo la hazañosa misión. Cuando tomó conciencia del genocidio que protagonizara enloqueció. Lo meten en el hogar para dementes del Pentágono, pasa seis años y lo dejan libre. Anda a la deriva, intenta suicidarse, se lo impiden. El resto de la historia puede ser la que ofrezco modestamente al lector.
¡Ah…¡ El otro bizarro que lo acompañaba era un tal coronel Thibbets. Hasta el día de su muerte se asumió como un héroe de guerra. “Soy un soldado americano,- alardeaba con orgullo- y estoy a la orden de mi patria. Si como dicen murieron tantos no es mi culpa. No lo decidí y lo ignoraba…”
…………………………………………………………………………….

El autor se permite rematar su efímera burbuja con una cita que también describe al Hombre genérico como lo que se manifiesta en él, a veces: Un mono risueño.
Dice así:
Sirven un plato de huevos y la dueña de casa pregunta a Marcelo Torcuato de Alvear, benemérito presidente de los argentinos:
- ¿Les pone sal?
- No, zeñora.
- ¿Les pone pimienta?
- No, zeñora
- ¿Les pone mostaza?
- No, zeñora.
- Pero, ¿qué le pone a los huevos?
- Talco,zeñora,talco.
-
(Adolfo Bioy Casares : “De jardines ajenos”)


LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Noviembre de 2011
Derechos reservados.

martes, 1 de noviembre de 2011

SOL DE MEDIANOCHE

Sol de Msi
Octubre de 2011
Derechos reservados.

viernes, 14 de octubre de 2011

TESTITO EL TIEMPO

- ¡Gracias, gracias¡ No… así estoy bien. Tendré que acostumbrarme. Gracias Perla…Beatriz. Gracias mil. Chau. No, no…claro que lo sé. Las llamo…chau, chau.
Retribuye el último saludo solidario aleteando la mano. Cierra la puerta de calle con alivio.
La abate el proverbial cansancio de las plúmbeas horas de vigilia en torno al cuerpo de un difunto, y las no menos sobrecargadas muestras de afecto compungido de los familiares, amigos y allegados, sin merma hasta el instante final de la inhumación.
Fruto del tedio, la angustia y el agobio tentacular le cuesta respirar y pensar con naturalidad. Los bolsones negros que se le insinúan en los párpados dilatados atestiguan con elocuencia su actual estado de ánimo.
“Por fin sola… por fin”
“Sola”.
Deposita los bolsos en el piso. Se desploma sobre una silla apoyando un brazo lánguidamente sobre el borde superior del respaldo; cruza una pierna e inclina la abatida cabeza como aguardando la explicación prometida.
Se huele la axila con repugnancia. Desabrocha cuidadosamente una sandalia y luego la otra. “¡Qué alivio¡”
Chancleteando se dirige hacia el refrigerador por una cerveza. La destapa e ingiere por el pico varios tragos largos. Extrae del gabán un par de pañuelos arrugados, los arroja con indiferencia en el depósito de la lavadora.
Observa que hay ropa suficiente para una nueva tirada. Va en procura del polvo de jabón. El aroma a lavanda le trae reminiscencias de diversos tiempos que convergen en una aventura.
Deprime un par de botones y las piezas del aparato comienzan su trepidar rutinario. Entre lágrimas secas escancia otro trago.
Bruscamente algo se ha corrido de lugar dentro del pecho.
Se hace la noche rápidamente. El gato yace dormido sobre la cola recogida. Una suave melodía hace que desvíe sus ojos hacia el viejo reloj de pared.
Recordando algo encaminó sus pasos hacia los bolsos. Con inquietud revolvió hasta hallar lo que buscaba. Colocó el reloj pulsera sobre la mesa del teléfono y se calzó el anillo en el anular no sin antes verificar lo que ya sabía: El “Clara a José 18.9.1992” grabado en el reverso. Adelantó la mano para observar con detención el dedo doblemente ensortijado. Arrojó aliento sobre las piezas y las frotó en la pollera de tela áspera, luego se las quitó y guardó sin mostrar interés en un pequeño cajoncito.
“Sola”
Suena el teléfono. No lo atendería, así repicase por horas. Muchos la han “acompañado al sentimiento” y la cosa se ha tornado de nunca acabar. “La admirable disciplina social respecto al culto de los muertos y la fraternidad pegajosa en relación a los deudos es sencillamente mortificante”, se justificó.
Consultó el celular constatando la abrumadora acumulación de mensajes.
“Me haré un sándwich…esa espantosa comida de sanatorio, ajjjj.”
En la cocina, con dos o tres elementos manufacturó un par. Los engulló con hambre atrasada. Masticaba enérgicamente al tiempo que observaba con avidez de niño ansioso la huella de los dientes en el pan. Relame la mayonesa pringada entre los dedos.
“Pobre José…murió sin conocerme”
Ensayo una ironía:” Viuda insatisfecha se ofrece”.
Un trozo de huevo duro se desprendió del emparedado depositándose grotescamente entre los senos maduros. Con la punta de dos dedos se lo llevó a la boca; lengüeteó por varios segundos sobre ambos nudillos.
Con el apetito satisfecho se sentó sobre uno de los sillones del living estirando todo lo que pudo las piernas abiertas en tijera.
Cruzó los brazos mirando con fascinación la pecera iluminada.”¡La comida de los bichos¡ Pegó un brinco. Volcó en el agua una porción abundante de polvillo blanco y ajustó el aparatejo renovador del oxígeno.
Volvió a su lugar recogiendo las piernas sobre el asiento mullido. Sentía una incomodidad a nivel de pantorrillas y los ojos le ardían intensamente.
“Pobre José…yo deseándolo sobre mí todo el día como una hembra que se precie y él, cuidadoso celador de la imagen de su señora, apenas empastado de furor sexual respetuoso, una o dos noches a la semana me hacía el amor de eterno principiante. La dama que colmó sus sueños de padre de familia se ha quedado sola, notoriamente ajada y descartable en el casillero de los cincuenta; y él…pobre José, ni padre, ni amante, ni nada. Tuvo que morir para exaltar la vida silenciosa, viva y pura…obscena y marrullera que me aguarda sin prisa”.
Sintió el peso del silencio y aquella voz que desde algún espacio cósmico le advertía…” que iba a realizar las compras al supermercado y que si precisaba algo, que si compraba chocolate como todos los viernes; que si tenía que cambiar billetes grandes; que hacía mucho frío, y que esta noche se acostaría con la bolsa de agua caliente; y que parece que los del sindicato andan otra vez en líos…los comunistas, claro; que le gustaría tener un perro para sacarlo a pasear, que la notaba más pálida que de costumbre y que “alguno” llamó y le cortó, y que eso es de todos los días y cuando atendés vos hablan y te vas para el dormitorio, y que me parece que eso no está bien, y que bueno, que cada cual tiene su vida propia y que uno no es quien para juzgar a la gente, y que creo en tu honradez como lo hice toda la vida, y que me voy a apurar porque ya salen los pibes de la escuela y me gusta verlos corretear por la vereda…”
Debía agradecer a la Providencia este milagroso favor. Los perros volverían a llamarse perros y los ravioles, ravioles. Redactaría cartas de amor y el espacio no sería suficiente para abarcar la ansiada gloria de acabar con estos años vividos en su compañía, penosamente aplicados a ejecutar un rito contra natura.
Atravesó la estancia y subió por la escalera hasta el primer piso. El goteo de la canilla de la pileta del baño no cesaba. Se echó de bruces sobre la cama e intentó dormir…”Nunca usé condón y no sé como ponérmelo, ¡la pucha¡ …otra vez nos quedamos sin yerba para el mate. Quién te peinó así ¿el enemigo? Que me venís con la política, lo único que me interesa es el fóbal y no me jodas con ese asunto del teatro. No se me paró…mala suerte, para otra vez será, dejame dormir. Salí de encima mío, hoy trabajé como un burro y no tengo ganas de nada…soltá eso. Soltá te digo…que me lo vas a arrancar y después ¿con qué meo? No tenemos hijos ¿y qué?...el gato es buena compañia. Te aviso que me he dado cuenta que me estás tomando el vino. Mejor fuera que te pusieras a trabajar…
“Sola”

LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Octubre de 2011
Derechos reservados.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

NECESIDAD

Cuando la prosaica espina
se te clave en la garganta
o hayas tragado el anzuelo
que del amor la calumnia
pueda borrar la ilusión.

Cuando los necios murmuren
“que de esto y que lo otro”
“que es una buena chica,
pero que tiene… sus cosas”.
Y la mires de otro modo,
endilgándole tus taras
de macho código doce…
(Producto de exportación).

Cuando con quejumbre austera
hagas acto de conciencia,
y compruebes que la quieres
por sobre todas las cosas,
pese a las dudas…muchas
“Que no es amor sino instinto”
“Que la vida es una sola”
“Que hay que elegir con cuidado”
… con tufo de canallada.

Cuando tal cosa acontezca…
puede que a pesar tuyo
se fortalezca tu fe.
Que te sientas aliviado,
por no ser quien crees ser
Que las piernas no huyan solas;
cuando los esfínteres vuelan
al menor desasosiego.
Que entre tanta incertidumbre
vuelvas a venerar la vida
y que de la franqueza, el lustre,
te libre de tribulaciones,
o un basural de emociones

Cuando ese orgullo enfatuado
apague su sonoridad,
y un proceloso silencio
ordene tus pensamientos
en murmullos de oración,
rumiarás mucho más claro
qué cosa es el sentimiento.
Dejarás las letanías,
insonoras como el tiempo.
Comprobarás que la noche
maneja sus propios juicios
como el día sus decisiones.
Y aunque los pecados duelan
se salvarán tus ensueños,
y sin rastros de arrogancia
hallarás tu redención.





LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Setiembre 2011

domingo, 21 de agosto de 2011

DIARIO

Enero 3, 12:30. Medio metro de nieve. Los copos interminables son una prueba de fuego para la paciencia. Parece que todo se extinguiese, que nada fuese redimible.
Sobrevivimos inmersos en la atmósfera lóbrega de una guerra cada vez menos lejana, cuanto que más funesta, sometidos a un día a día de estrecheces sin cuento. Es imposible vislumbrar aún el final de esta demencial aventura no obstante, cuánto recelo me provocan las cada vez más frecuentes incursiones del enemigo en nuestro espacio. Esquiva y retraída conduzco mis “pautas” sociales entre gentilezas acartonadas y vacuidades de mercado. Los escasos hombres, vejetes de agarre agresivo - e ideas “impropias” - me miran sin interés o en algún caso con afanosa lascivia. Ellas en tanto, pandorgas embuchadas de papa hervida, sinuosamente voluptas de torrentosa arrogancia, cuidan de sus maridos como un perro de su hueso. Los solteros, como una hipótesis descartada sólo atinan, sin gracia ni destino, a un deambular alcoholizante por rincones y callejuelas infectos de corrupción. Esta impotencia ante un mundo dominado por fuerzas inconcebibles y primitivas acosa mi razón y me provoca horror. No soy sofisticada, ni linda ni atractiva pero desearía afirmar mi vida aislada, deslumbrarme con los matices, sumergirme en paisajes bellos. Bañarme… ¡oh¡ quimera.
Mimo, en horas de la tarde se devoró un gorrioncillo congelado. Ha comido más que yo seguramente.

Enero 14. 23:56. Nos hemos convertido en una gran mancha blanca. No hacemos sombra. Largas colas para proveernos de sal, aceite, arroz. Todo está racionado por los señores de la guerra. Los coches que circulan por las calles son prácticamente los mismos: Oficiales con los soldados en el pescante y su estruendosa custodia de motoristas armados hasta los dientes..
Hoy me amonestaron severamente. Soy motivo de vergüenza para mi esquelética familia. En horas de la noche, en que debería dormir para recuperar fuerzas, me permito escribir cuentos y esbozar proyectos literarios que palpitan en mi cabeza embrollada. Me levanto agotada: grave pecado en estos tiempos. Anna descubrió algunos manuscritos y (la tonta) dio la alarma... Excepto tú y mis libros todo se ha constituido para mí en un páramo desestimulante.

Enero 21. 06:10 El frío es insoportable y escasea el carbón.
Ayer Borja me llevó a los fondos de su negocio, llenó la habitual bolsa de carbonilla y me la mostró al tiempo que posaba descaradamente una mano en sus zonas... Intente correr pero me impidió todo escape cerrándome el paso con su corpachón de caballo. Me amenazó con que me cortaría los suministros. No tuve opción. Me tapó la boca y me volcó entre los cascotes oscuros. Odio a los hombres más que nunca, los odio, malditos, insensibles, desgraciados asquerosos…

Enero 23. 23:56. Los fatigosos y rutinarios deberes domésticos son prioritarios: “Vamos haragana… alimenta esa lumbre; pela las chauchas de una buena vez que pronto llegarán tu padre y tu baldado hermano, descalabrados de tuercas ajustar y bombas sellar para mayor gloria de nuestro “amado” Führer. Bien sabes que seremos objeto de rezongo si la comida no está lista. Limpia el excusado con más cuidado, so holgazana; cámbiale los pañales a los mellizos y sécalos cuidadosamente antes de hacerlo ¿has entendido?... Es-cri-to-ra, habrase visto.”
Mi vida intelectual cuenta no más que para mí. Vivo en una prisión pero mis personajes vuelan y se escapan. Llevan en sus vientos el ignoto destinatario de mi amor.

Enero 26. 01:13 Odio la luz del día, me duele mucho defecar, sangro. Trato de sobrellevar todo con buen ánimo. Mamá reza constantemente. Creo que de seguir así perderá la razón. Con un pretexto bien elaborado (a cambio de otra obligación) no he vuelto al maldito dispensador…

Enero 28.08:25.Hoy el sol calienta tímidamente.
He escuchado por ahí que estamos retrocediendo, que algo así como que la “campaña del Este” ha sido un fiasco. Los chicos enrolados que vivían en las manzanas próximas no han vuelto. Recuerdo sus marchas triunfales, con su propio demonio dibujado en aquellas caras lampiñas e impasibles. Ayer he visto un crucifijo enorme cabeza abajo y una campana centenaria desplomada sobre un pobre burro de tiro. No hay nada misterioso en la vida, sí lo hay en lo inexplicablemente estremecedor.

Enero 31. 11:16. Llueve y nieva, nieva y llueve.
Noche y día, gris y negro. Negro y gris Le tengo miedo a las estrellas, su frialdad acentúa el espasmo bronquial. Hago fiebre y tirito intermitentemente. Falta agua fresca. He notado en el Mercado movimientos furtivos de hombres y mujeres. Todo se compra, todo se vende. El hambre…

Febrero 3. 20:10 ¡¡ Nos están bombardeando ¡¡ El pavor me impide sostener la pluma.
Esas sirenas…Felizmente alcanzamos el refugio. En la atropellada fueron aplastadas varias personas. No hemos convertido en animales. Sólo nos rige el instinto.

Marzo l8. Hace varios días que prácticamente no salimos del bunker. La familia se ha disgregado y si bien me doblega la pena son más fuertes los automatismos que estimulan mi deseo de vivir y superar la tristeza paralizante. Prácticamente no se puede salir a la calle. Nos bombardearon por tercera vez en el día. Mimo ha desaparecido como todo lo no humano que puede consumirse. He visto un individuo enjuto, hecho ascuas, royendo con fruición salvaje un hueso grande, grande. Escuché también tristes notas provenientes de un violín ejecutado por un hombre apoyado sobre una pared semi derruida; miraba hacia el infinito con la muerte en las pupilas.

Marzo 30. El sol se deja arrullar por las nubes grises y desaparece cobardemente.
Nuestra casa, nuestra manzana se han convertido en un montón de escombros. Estoy aún viva por pura casualidad. Mamá, consumida por la desesperación, (tengo entendido) desapareció con los mellizos y Anna, la pobrecita tal vez se encuentre por ahí, sometida a la rabiosa intemperie de ganarse la vida... He perdido contacto con todos. No sé nada de papá y Franz. La fábrica fue alcanzada y hecha polvillo. El olor en el refugio es insoportable. Presencié en él el alumbramiento de una niña. La madre sufrió mucho en la espantosa puja. Traer un niño al mundo hoy por hoy es una procacidad.

Abril 17 (creo) Perecer por hambre o bajo fuego de munición son las opciones más frecuentes para quien no tome precauciones y se exponga. Los aviones a baja altura vuelan en bandada como los mosquitos y cubren con su sombra la luz del sol. Los infelices que quedan a la aventura son barridos por la metralla. Nuestras necesidades las hacemos donde nos encontremos en ese momento, intentar otra cosa es perder espacio y eventualmente la vida. Con el tronar incesante de las bombas el ambiente se puebla de gritos, quejas y llantos. Lo poco que la gente trae para consumo personal es objeto de abusos y maltrato. Nos comportamos como animales, lobos impiadosos, implacables.
En determinado momento una mujer joven, entre empujones y codazos se abrió paso en busca de un espacio para sentarse. Lo hizo al lado mío. Tocada con un vistoso pañuelo sobre la cabeza no tendría dos o tres años más que yo. Rostro oval, boca roja de brillos acaramelados me sonreía constantemente con un pícaro dejo de desvergüenza. Había introducido algunas habas en el amplio espacio del bolsillo delantero del delantal. “Me llamo Ethel”, dijo. Me ofreció compartir su comida con una sonrisa maliciosa. Sus pechos eran voluminosos y firmes. No entendí enseguida el motivo de mi perturbación. Acercó un haba a mi boca introduciendo, además del alimento, parte de los dedos que acaricié suavemente con mi lengua. Dejó de lado su quehacer alimenticio deslizando por debajo de mi pollera sus manos rudas y cuarteadas. Mi sexo se estremeció y la besé apasionadamente.

Abril 30. Algunos almendros han florecido entre la muerte y la destrucción. Yo también lo he hecho de algún modo y he tomado habida cuenta de aquel deleite desconocido y la alegría que creí perdida y que me he propuesto disfrutar mientras perdure.

Mayo 21. 01:35 a.m.
El Ejército Rojo ha irrumpido antes que ninguno en la ciudad desmembrada, finalmente defendida por niños. Hincaron su roja bandera de triunfo en lo más alto de las ruinas del edificio del Correo. Se cuentan cosas espantosas acerca de su comportamiento con las mujeres. En la precaria construcción del inquilinato en la que vivo con Ethel las ventanas golpean con fuerza en los contrafuertes. He terminado como he podido un relato largo que habla de la magia de la naturaleza, insectos, peces, paisajes y el amor furtivo, huidizo y solapado.
La ciudad va retomando lentamente su ritmo. Oigo taconazos cerca, barullo de borrachos. Disparos al aire. Los soldados con su uniforme inconfundible derriban la puerta a culatazos…Ha llegado mi

LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Agosto de 2011

miércoles, 17 de agosto de 2011

HELGA LIVIER Y LA ASUNCIÒN


Rafael Merida Cruz-Lascano en Poemas del Alma



Presentado por Poemas del Alma
HELGA LIVIER Y LA ASUNCIÒN



Agosto es fiesta mes de anunciación
mucha alegría por tu nacimiento
y nos llenas a todos de contento
los años que son una Bendición


En agosto Virgen de la Asunción
celebramos baile de zapateo
y en traspatio un alegre jaripeo
porque te queremos de corazón


Eres una estrella en este universo
allí quisiera detener los años
donde el calendario me deja inmerso


Las mañanitas son como peldaños
por donde pases, cada uno es un verso
que te enaltece en cada cumpleaños


August is festival month of announcement
very happy for your birth
and fills us all with joy
years that are a Blessing


In August, Virgin of the Assumption
celebrate dance footwork
and a gay rodeo in backyard
because we love you heart


You're a star in this universe
wanted to stop the years there
where the calendar let me immersed


Las Mañanitas are like rungs
through which passes, each is a verse
you exalt every birthday

Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascan
“Hombre de Maíz”
Guatemala, C.A.
Agosto 2011

domingo, 7 de agosto de 2011

LA PRUEBA

Deslizábase zigzagueante rumbo a los labios entreabiertos. Una lágrima gruesa, tenaz, inusitada. Otra más menuda se desdibujó sobre la barbilla.
A través de las comisuras delgados hilillos carmesí goteaban incesantemente sobre la almohada entinta.
Movió la cabeza con lentitud, como asintiendo con pereza.
Balbucía incoherencias.
Fascinado por la abyección repasó con los dedos ambas filas de dientes opacos, aspirando repulsivamente el denso hedor de las piezas dentales corrompidas.
“¿Crees que no tengo sentimientos?”
Una mirada de hielo amarillento lo observaba ambiguamente. La mente conturbada creyó ver en esa expresión un sesgo de insolente simulación. Pestañeó confundido iniciando una inclinación de cabeza.
Bajó los párpados y apretó las mandíbulas. Presa de indomeñable excitación extrajo el fino puñal hundido en el abdomen y con ademán despiadado se lo volvió a hundir entre las costillas.
Un pringue viscoso se deslizó inmediatamente sobre el torso de la mujer semejando el movimiento de un cardumen de feroces peces encarnados en busca de otra presa.
Tecleó impíamente sobre la frente insensible de su víctima.
Extrajo el arma de hoja estrecha y opaca; la limpió cuidadosamente en el cabello de la occisa; vacilante repasó el filo sobre ambos antebrazos exangües sin herirlos.Se incorporó de la cama.
Del interior del saco abandonado con descuido sobre una silla cercana retiró una fotografía. Sujeta con dos dedos sobre una de las puertas del placard tajó una cruz sobre la cabeza de la ardiente mujer, acuclillada y con el miembro de su amante introducido en la boca. Con rigor homicida llevó el brazo hacia atrás. Odio y rencor impulsaron inconteniblemente la empuñadura.
Saltaron algunas astillas.
Se tomó la cabeza con ambas manos.
“Malditos…”.
El eco de la respiración entrecortada potenciaba sonidos roncos en el silencio del aposento.
Encendió nerviosamente un cigarrillo. Tras algunas bocanadas profundas se sintió con la mente más clara y ligera. Con ademán redundante aplastó la colilla en el cenicero. Debía hallar en algún rincón del cerebro un segmento que evidenciase claramente que ella debía morir para que él viviese.
La pestilencia de las axilas saturadas de sudor agrio y un escalofrío prolongado lo apartaron de sus cavilaciones.
Tras una pausa de indecisión se dirigió al baño; sin preámbulos enfrentó la luna del botiquín. La imagen miserable de aquellos ojos congestionados y ansiosos le produjo espanto. Se restregó la cara con agua.
Volvió a la estancia.
Un ímpetu desconcertante lo llevó a ocultarse detrás del cortinado del ventanal, como un niño perseguido jugado a esconderse de la mamá rezongona.
Lloraba en silencio; se alisó el pelo, introdujo la mano en el bolsillo. Coloco la vaina de cuero y su contenido contra la pared en la que estaba apoyado, aflojó los dedos.
“No es verdad…”
Transido y agobiado por la inquietante revelación del hecho criminal arrancó de un fuerte tirón el fino paño de satín recubriendo parcialmente con él el cuerpo yacente de la infortunada cuyos pies, demacrados y tiesos, exponíanse aún grotescamente.
Un relámpago de tragedia le cruzó por la mente.
Espió por la ventana; un avión lejano recortaba su estela vaporosa en el cielo celeste.
Caminó unos pasos hacia la cama, tomó con cuidado de los gélidos tobillos, no quería mancharse. Tras un golpe sordo dio con el cuerpo en el suelo. La criba de costras y rastros frescos de sangre le hizo vomitar por varios minutos. Tosió bilis y miedo convulso.
Abrió ampliamente los canceles de la ventana, absorbió con desesperación el aire frío de la tardecita. Dispuso el cadáver boca abajo; una amplia huella brilante delataba el tétrico remolque.
No sin esfuerzo lo izó nuevamente de modo que descansase con el cuerpo arqueado por fuera del borde externo de la ventana. El cuadro reproducía de algún modo la fantochada del detestable polichinela, machucado a palos por el “príncipe bueno” sobre el canto del retablo titiritesco
Con el dedo en el mentón sopesó la situación.
No satisfecho se aseguró de torcerle suficientemente el cuello hacia abajo a fin de dar la impresión al transeúnte alarmado que un curioso espectador, extravagante y arriesgado, se interesaría, con riesgo de su vida en el tráfico callejero varios pisos vista.
Asumió una erección incontenible. Trastornado, en el límite de sus fuerzas, terció la quijada exorbitando un grito angustiado.
En caída libre y con el cuerpo en zafarrancho su arbitrio, puesto a prueba por última vez, registró con horror la sucesión terrorífica de los ventanales ineluctables.


LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Julio de 2011
Derechos reservados

lunes, 18 de julio de 2011

DICHA POSIBLE

Si mi opaca soledad
modulase en semitonos,
de tu amor, candidez suma.
Si entre dilemas dudase
de mi cursi fantasía,
y otra cosa más no fuera
que tibio sol de utopías.
O cruces de pasión malsana
el pensar que fuiste mía…

Despejaría la trama
de tus pestañas umbrosas,
frágil pétalo de orquídea.
Mordería pesadillas,
de bicéfalos y horcas.
Soportaría el mal sueño
que con vino no se borra.
Purgaría el beso helado
que no quema ni enamora.
Sometería los vientos
que lamen las ilusiones,
a tus ojeras de cera
ángel de risa sombría
enmarcado de amapolas.

Encendería con ansias,
el tornasol apagado
de tus ojos gruta gris,
perdidos en el remanso
de tus ojeras morenas.
Milagro de vientre madre
ardiente valle de esencias.
Miel, almíbar, fruta fresca
Tañido de mil campanas
que celebran la presencia
del rodar de los arados
sobre los campos en siembra.

¡Ay¡ almita acongojada,
tejes y destejes culpas
con el destino y la nada.
Me preguntas sin respuesta:
¿Qué ha sido del torbellino?
Coral de su falda, el ruedo,
despreocupado y bravío.
¿Qué? la perla de sus manos
acariciando mi pecho?
Hurgando entre mis rincones.
Lava ardiente, hierro blanco,
falodaga que colmaba
tu exasperante extravío.
Quimeras… palabras huecas
palpitan en mis sentidos.
Sólo una respuesta, una,
que explique aquel desatino.
Las fábulas han pasado
como las ondas del río.
Tuyo de ti a mi manera.
te busco entre las tinieblas
para estrecharte de nuevo
por tu cintura de olivo.
.


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LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Julio 2011

sábado, 16 de julio de 2011

Anjanas, seres feéricos de la mitología cántabra

Anjanas, seres feéricos de la mitología cántabra


La leyenda de las Anjanas tiene origen en la mitología cántabra y su nombre proviene del término Anja, nombre con el que se designaban a las brujas durante la edad media.

Las Anjanas son las hadas encargadas del reino del bosque, tienen la misión de protegerlo y siempre están a la espera de alguien que necesite de su ayuda. Su principal cometido para con los hombres es calmar a los viajeros perdidos y según cuentan las leyendas con tan sólo mirar en la profundidad de sus ojos la esperanza inunda el alma.

Por su cualidad de ser etéreo y mágico pueden convertirse en lo que deseen hasta hacerse invisibles ante el ojo humano

.

Estas ninfas de tan solo medio metro de altura, tienen hermosas y largas cabelleras color oro o negro azabache las cuales lucen adornadas con flores silvestres y cintas de colores. Sus ojos son rasgados, negros o azules muy profundos, pacíficos y expresivos.

Tiene la piel muy pálida, una voz melodiosa y dulce que cuando alegres parece el canto de un ruiseñor y cuando se enfurecen es similar la las pisadas de un escarabajo sobre la hojarasca. Sus alas son casi imperceptibles por lo que muchas veces se las puede confundir con mariposas.

En general sus ropas son blancas impolutas y por encina portan una capa de color azul con toques en dorado y rojo, pero durante el invierno se mimetizan con el ambiente vistiendo trajes negros. Siempre llevan consigo una larga vara de mimbre o espino con una estrella en la punta, la que cada día de la semana ilumina con luces diferentes.

Ellas saben preparar un brebaje antiquísimo y milagroso que puede curar a los enfermos, el cual usan para sanar a las criaturas de los bosques. Viven en grutas cuyas paredes están revestidas en plata y los suelos son de oro, estos palacios féricos están escondidos en las fuentes y manantiales más bellos.

Según se dice es más fácil encontrarlas cuando aparecen los primeros rayos del alba o al atardecer, pero ellas son las que deciden ante quien mostrarse y ante quién no.

Las Anjanas hablan el idioma de la naturaleza por ello es que pueden comunicarse con toda la creación, perciben la energía de los insectos, aves y demás animalitos como la que emana de rocas o manantiales de aguas cristalinas. Son almas muy bondadosas que premian a las personas de buen corazón, pero castigan con mano dura a quienes cometen actos crueles contra todo ser vivo o alteren la paz del bosque.

Por su cualidad de ser fantástico estas hadas poseen la capacidad de adquirir forma humana para interactuar con los habitantes de este mundo, pero por ley tienen prohibido enamorarse de un mortal. Si una Anjana trasciende esta norma, será perseguida por la desgracia y el amor que la una a un ser humano estará marcado por el dolor.

Ambos se verán obligados vivir un eterno sufrimiento sin poder nunca saciar su sed ni su hambre, sentirán frío y no encontrarán abrigo, desearan la muerte pero esta nunca llegará por lo cual vagarán para siempre errantes y sin sosiego, juntos pero sumidos en la más profunda desgracia.

La tradición también cuenta que durante el equinoccio de primavera, a la luz de la luna en medianoche, estas hadas danzan hasta que amanece y en su camino esparcen rosas magníficas de color púrpura, azul y verde y quien encuentre una de ellas recibirá la bendición de la felicidad eterna.

Montaje y recreación:

jueves, 30 de junio de 2011

VOCES Y SUSURROS

“Cuando todo lo que es posible se ha hecho,
cuando talento, habilidad, maestría y tesón
se funden en una acción, en una praxis.
Cuando todo eso no sirve para cambiar nada,
entonces entran ganas de tumbarse boca
abajo sobre la nada, en la nada. Desaparecer
lentamente, dejar pasar los minutos, hundirse
en ellos como si fueran arenas movedizas.
Dejar de hacer todo y tratar de respirar. Nada
más. “
Roberto Saviano

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Me angustia el dolor del otro.
Quiero evitarlo y no puedo.
Detesto la atropellada
del franelón despechado,
del arrogante más fiero.

¿Marca registrada?... Leal.
¿Códigos?... Un tal Pugliese
y la “clase”.
Al pan pan y al vino… miedo
Que la lengua es de tormento
Cuando trapichea el suelo.

Soy presto a vivir atento
a eso que llaman… ”valores”.
Cosas de mi viejo el Tono
y mi vieja la madama…
Por mal nombre…la “Cojones”

Suma y siguen de taquito,
los recuerdos enroscados:
El Caimán que armaba gomas
en el taller de la esquina.
El quilombo de la Maja
Los anillos del Pochola
Filipipones de estraza
con mil historias encima.

Salió del nada escribir
Confuso y medio afiebrado.
Chirusas que daban filo.
Tiempos de lomo doblado.
Los milicos paso ganso
La picana en los cuarteles
¿Dónde estabas ese día?
Te esperaba con pasteles.

Disculpame Catalina:
Yo sé que te dolió mucho…
pero después me mordiste,
me quedó un labio colgando
¿En qué quedamos ricura?
Sufro el Síndrome de Laura.
¿Querés sexo por correo?
¿Testosterona en los besos?
¿Fibra sensible en el alma?
Esas cosas tienen precio.
Corrompen la imaginación.
Mejor servime unos mates
Y cerrate el camisón.

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Es posible que la propia muerte no sea una
necesidad biológica. Tal vez muramos porque
deseamos hacerlo. Del mismo modo que en
nuestro interior conviven simultáneamente el
odio y el amor por una persona, toda vida
combina el deseo de supervivencia con un
ambivalente deseo de aniquilación.

S. Freud.
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Un pibito fuma pasta,
otro lo mira amoscado.
Si no hay guita no hay negocio.
No te preocupés ”chabón”
Le “canta” el distribuidor,
pagame de este otro modo.
Desenvaina un falo enorme.
Ofrece su mercadería
a la boquita golosa…
¡¡Que Dios me libre y me guarde¡¡
balbucea el maricón.

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
La víctima y el victimario se enamoran.
Es un ridículo cumplimiento de los deseos
Niega el poder de los muertos
Los muertos moran en tus espacios vacíos
Allí realizan actos de magia
Congelan el tiempo.
Hacen que el corto período que tenemos
de vida sea audazmente valioso.
Construyen recuerdos alternativos.
Su historia pública se convierte
en tu reserva privada. Inducen una mezcla
de ánimo de venganza y compasión.
Refuerzan la firmeza moral.
Te enseñan a amar con un toque más tierno
Y a temer y venerar tus obsesiones.
James Ellroy

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

“Travas” olor creolina.
Difusa oleada de sombras.
Las “chicas” salen al paso.
Esputos de droga fuerte,
polleritas de carnada.
Sapos que meten redoble,
gotean las palanganas.
Rante sinfonía orillera:
¿Por atrás?...cincuenta mangos.
Y apurate...por la “cana”.

Sabe doña Catalina
Que el Segismundo es cornudo
Por favor: boca ce-rra-da
¿Y que la Teresa es “lesba”?
Seguro que lo sabía:
¡¡Qué diosito la perdone¡¡
Se besa con la Leonora…
mocosa de porquería.

Oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

“Cada cual elija lo que más le convenga, o
elija si acaso ambas opciones, o ninguna…
un mero crepitar y aletear de papeles que
de noche, se posan indiscriminables, como
los copos de nieve que formaron una gran
tempestad y que están destinados a derretirse
bajo el calor del sol”.
Joseph Conrad
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Escuchame desgraciado,
compadrito de cartón.
¿Por qué curtís con mi piel
la santa concha e’ mi madre?
Mujer de coraje al toque
y negra…por distinción.

Ojalá se muera pronto.
Son como cien de los grandes
que guarda en ese colchón.
No me des un beso aquí…
que la gente va a pensar
que son mi macho…tarado.
Angelito juguetón.

Estuvo rebueno, flaco.
Mucha “mosca” en la cartera.
Se la saque de un tirón.
Jubilada ¿pa’ qué sirve?
La vieja quedó aplanada
en las ruedas de un camión.

Oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

“El gusano se enrosca cuando le pisan.
Esto es una medida inteligente, pues
de esa forma reduce las posibilidades
de le que le vuelvan a pisar. En el lenguaje
moral, a eso se le llama humildad.”
Friedrich Nietzsche
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

La noche del arrabal hiede
sus olores orilleros.
Las pulgas se hacen festín
con los perros y los viejos.
Mishés, paicas y milongas
convocan el viejo pleito:
Sartenazos, ollas… celos,
nadie da bola a los sueños.

Un “naife” le silba al viento.
La sangre ya tiñe el suelo
Un planazo sin destino
vuelca la suerte del tuerto…
Las comadres se santiguan
Un gato aprieta a su hembra
entre los fierros del puerto.

La oscuridad come doble
Un cura saca a su perro
Todo parece en suspenso
La luna muestra la lengua
Y todo vuelve al comienzo.

Convento de sesenta piezas
Tuya y mía del dolor…
¡a templar bien esas lonjas¡
Que ha nacido la Dolores.
También un jacinto negro
al que llamarán Simón.

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

“¿Quién no ha sentido el aspecto aborrecible
de esa virtud agresiva y autocomplaciente que
nunca concibe la idea del perdón? ¿Y quién
no haya conocido el significado profundo y
sacro de los afectos humanos no se ha inclinado
alguna vez a favor de un delito de la pasión
como desahogo frente a la acritud helada, falsa,
vulgar y cobarde que a veces llaman castidad.”-
George P. Loring
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

De tanto en tanto un quejoso
mezcla soledad con frío.
La mina lo dejó en bolas,
pisó mierda de la fresca…
por ser bueno y aburrido.

Resoplido de caballos.
en el viejo caserío.
Con su halo celestón
la aurora avanza acechante.
Le reclama al que labura
que no debe claudicar
y aunque se escupa la carne
la sangre debe tragar.



LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Junio de 2011

sábado, 28 de mayo de 2011

ESPERANDO EL COLECTIVO

No tiene ciencia el vivir.
Y si la tiene…joderse.
La cuestión es no “pifiarla”
y saber hacer las cosas
con arte y sin lastimar.

Si de “nalgas” viene el parto
prepara el alma.. y el lomo
para aguantar el vergazo
que te tienen reservado.
Si actúas con osadía
recibirás de garrotes
según tu falta amerite,
…o tu poder acredite
pues no existe ley o regla
que resista su excepción.

De vivir como el conejo,
a puro “salto de mata”,
si cambias moral por trato,
según como se lo vea,
según como se la crea,
según como se la viva…
Monedas…te será dado
Y calladito la boca:
Ser humano es tu pecado.

Triste, muy triste es decirlo
Aún mucho más aceptarlo
¡Ea¡ toma la primera piedra
Y anímate…
Bienaventurado.

Vivir es la razón cimera.
que al primer llanto se asoma.
Pero a no descartar valores:
Una bandera de lucha,
héroes del proletariado,
sangre por la tierra amada
multitud de camposanto.

El tema es saldar las deudas,
Que nos genera la vida,
- las propias y las ajenas -
al precio que otros rematen.
¿Rebelarte?... ruina inútil.
Hormiguita sin antenas.
Sólo es virtud de unos pocos
cargar con la cruz del Cristo,
y soportar el dilema
de saberse incomprendido.

Un día… pongamos por caso
conoces una mujer
con “estilo” y todo eso.
¡Albricias¡ un mundo nuevo.
Todo lo resume un sueño:
Ciudadano respetado,
Pantuflas, un whisky a mano.
Niños jugando en torno…
Proyecto de jubilado.
Mierda que huele a lavanda
Chapulín en camiseta.
Engranaje desgastado.

Susurrarán en tu oído
con visos de consejero:
“Mejor ponte a escribir un libro
y deja eso de casarte”
A esta altura es imposible.
(responderías al toque).
He comprado los anillos
y soy un tipo honorable.
Creo en mis sentimientos.
Casado seré feliz…
Digo mejor: Lo seremos.
Ella me quiere y me adora…
aunque la tenga “chiquita”,
eyocule precozmente
y extrañe a mi santa madre
que me quiere
y me “espera”
a toda hora…

Así pues, caro lector
de la leyenda vital…
ni cuento para aburridos.
Tal vez un rastro en la arena,
Una muralla de libros,
esperpéntico legado,
que se resuelve en pasión,
la de siempre y la dispar.
La tortura de los celos
y el imperturbable idilio
de la ambición y el amar.

Compendio de cuatro tomos,
Variopinto alud de historias
que es la de todos los seres
engrillados a su tiempo,
esclavos de la memoria.


LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Mayo de 2011

martes, 10 de mayo de 2011

VUELVE A MÍ

¿Dónde te has ido locura
que tu presencia no siento?
Vientos de razón ambigua
me alejaron de tu seno.
Ya no más vigilias largas
ni el polvillo vaporoso
sobre la bruma de incienso.

¿Dónde hallar a mis brujitas
que de tu mano volaron
con sus pócimas de encanto
tras el botín de mis versos?

Huérfanos de tu aliento,
dragones de mirada tierna,
fantasía de arlequines,
callejones, piedra a piedra,
giran hoy en desconcierto
sobre el azúcar quemada
de los recuerdos más tiernos.

Mi quimera aún convoca
con su cedazo de tientos
aquellas horas…segundos
en que un delirio afanoso
acentuaba de los ecos
sus voces… y del reflejo,
sus luces
en los estíos de enero.

¿He de escribirle al amor?
¿A las dudas del amante?
Digo:
¿…Al vago remordimiento?
Vuelve…por favor vuelve,
que extraño tu pulso firme
de corpiños voluptuosos
embebidos de deseo.

Tus tibias en cruz por muerte.
Leches bravas, un puñal…
Alaridos y lamentos.
Montañas de caramelo.
Senda florida escarchada
Aromas de bizcochuelo.
Concierto de mil chicharras,
Besos, abrazos, caricias
arrebatadas de celo.
Un asesino que llora.
Viejas arropando un muerto.

¿Qué habrá sido de los faunos?
Cojos, patizambos…chuecos;
y el fragor de los infiernos
encarnado en los ojeras
de una hembra malhadada,
condenada a tu presencia,
pesadilla entre sus sueños.


Locura que te quiero cerca
para alejar dudas viejas
que corroen mis adentros.
Sin tu abrigo
mi alma es nada,
viejo pulmón macilento;
pordiosera de la vida
que se escurre
entre los dedos
Cordura de vuelo austero,
un resto más de lo yermo.
Tal el dolor que siento


LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Mayo de 2011

sábado, 30 de abril de 2011

ANGELITOS DE DIOS

- …No sabés como me duele “Jamón”.
El puber le muestra al amigo el rayón de sangre espesa que se desliza sinuosamente por el filo de la tibia.
- Flor de planchazo te bajó el hijoeputa ese.
- Lo peor ahora es “bancar” a mi vieja…: “Que no estudiás, que te pasás el día jugando al futbol, que para colmo te me venís lastimado” y que patatín y que patatán. Y no te digo nada del moquete que me “emboca” al final…”
Con las piernas abiertas en tijera los niños están sentados sobre el pasto húmedo y enmalezado que hace esquina con uno de los paredones traseros del Hogar de la Liberada, una casa muy antigua, destinada y adaptada a la contención temporal de las presas que cumplen su tiempo de condena y no tienen a dónde ir. Depende de la Dirección de Cárceles y una Comisión de señoras bien. Alberga también a sus hijos pequeños, sujetos como sus madres a las leyes de la inclemencia social.
El establecimiento que recluye a las presas mujeres se levanta en la manzana de enfrente, amparado por la virgencita del Luján y su hermosísima capilla, hoy colonizada por San Expedito.
Mi inolvidable profesora de Literatura, Susana Lagarmilla, aconsejaba a sus alumnos pasar por frente al templo y apreciar la insólita maravilla de las columnas talladas estilo etrusco que enmarcan la entrada. El flujo de estudiantes era tal que en varias ocasiones fue necesario desviar el tráfico…
Cierta vez de esa cárcel se escaparon por la puerta de entrada de la capilla, cien y pico de guerrilleras tupamaras.
Un récor mundial poco conocido.
A partir del hecho que la gente tomó con jocosidad, las monjitas que compartían con policías gordos los quehaceres del recinto de reclusión, fueron sustituidas por un selecto grupo de milicada femenina que escupe por el colmillo, despide olor a queso rancio y al menor gesto te baja un garrotazo.
Desde la posición en que se encuentran los niños de nuestra historia es posible observar, flanqueado por un sinfín de casitas humildes, un angosto y alongado campito ralo, refugio futbolero de la purretada del barrio. De noche las parejas de novios suelen aprovechar ese predio, hecho a la medida para practicar sus primeros lances amatorios, y las obreras del sexo para atender a los clientes menos dotados económicamente…
En épocas pretéritas transitó por dicho corredor el viejo ferrocarril de “los patos” con destino Hipódromo de Maroñas, esperanza fiel de los perdedores.
Aclaro que en mi bendita tierra uruguaya se moteja de “pato” al que no tiene un “peso”, (moneda nacional) en que caerse muerto.
- Cuando lo agarre solo lo via romper todo a ese. Esto no se hace…y vo “Jamón” también tenés la culpa por pasármela corta y pa pior ponerte a separar cuando lo iba a cagar a trompada.
- Aguantá Cholo: Ahora resulta que la culpa del planchazo es mía. Lo que vas a conseguir que no te pase más las cuenta de los problema de la escuela. Este “sesto” año es bravísimo, y vos para la matemática sos un adoquín . Te vas a quedar repetidor…y yo en el liceo, gilún.
- Y mi vieja me corta las bola…
Ríen a más no poder por la ocurrencia golpeándose moderadamente en los brazos en señal de franca amistad.
En un descuido el “Jamón” deja caer pesadamente su mano sobre el sexo de su compañero.
Doblado como una oruga se toma con las dos manos la zona baja.
- ¡Ayyyyyyyy…!me reventaste el “pájaro”.
- Disculpá, fue sin querer. ¿Viste como duele cuando te golpian ahí…? En los “huevo” más todavía.
- No me digás mas nada “Jamón”; la parío…! Cómo duele!
- Pero tiene cosas linda también…viste ¿no? Cholo.
Se miran con desconfianza. Una mirada prolongada; se ha prendido una señal.
Sin sospecharlo van a traspasar un umbral inédito de confidencias.
- ¿Qué tiene cosas linda decís?... otra que linda. Cuando me acuesto, basta tocármelo para que se me ponga duro como un palo. Me lo acaricio y me lo acaricio hasta que en una vuelta sale un chorro raro que me moja las sábana. Toditas las noche en el cuartobaño me saco las gana. Despué en la cama…y dale que va. Nunca senti una cosa así. Es lindo; como rascarse contra una coluna, como que volás medio mareado.
- Yo también “le doy de punta”. La vieja me pregunta siempre por las manchas amarilla y yo me hago el ganso o le digo que son las pulga del “Banana” que sale de la cucha y duerme al lao mio. Una vuelta mi hermano el Toto me llamó pajero por eso. Siempre anda con lo mismo: pajero para aquí, pajero para allá.
- Y claro chauchón…a eso se llama ”hacerse la paja”. Cuando le veo la bombacha a la Beatriz esa noche son dos o tres en fija. O las teta de mi tía la Pocha. No sé por qué será.
- ¿Y para que mierda sirve ese pichí amarillo “Jamón”?
- Y!…qué sé yo”! Capá que pa’ limpiar los conduto.

LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Abril 2011

lunes, 18 de abril de 2011

ARGUMENTOS

Postrado:
Sobre ruinas de perfidia
lava el doliente sus ojos.
La ingravidez torna inútil
sepultar su corazón.

Entresueños:
Ojos de noche cerrada
reconocieron a Dios.
Batiendo sibilinas alas
Un lechuzón derramó el cuenco.
Verdades y elipsis rodaron.
Todo ya ha sido.
.
El ayer:
Inculpa con moderación.
“ Si te abocas a la siembra
no pretenderás que el ajo,
zapallos te proporcione.”

El hoy:
Ineluctable condena.
Efímera carnalidad. Amar.
Fulminante desdoro,
Broncíneo epitafio:
“Aquí yace la inocencia”

El canto:
Tañe sus ondas el viento
en tonos de alma morena.
Advierte que nadie pierde,
que el Universo es permuta:
Dos notas alegres…mil penas.

Hamlet:
Morir, dormir…tal vez soñar.
Un puñal dubitativo.
Sangre y dolor.
Arbitrio o fidelidad…
Lo de siempre.

Inaudito:
Placeres domesticados
Amargo sabor de lenguas
Dos amantes que recelan
la felonía encubierta
en sus rostros sudorosos.

Caprichos:
Fenicios de Cartago,
Asdrúbal y Aníbal,
Roma la presa.
Zorra hábil.
Ved la cabeza de aquél
camino al Sur.
Aníbal la recibe absorto
rumbo al Norte.

Bastón:
Quien visitase esa casa,
la de balcones floridos,
ha de saber que lo injusto,
como un ácido inclemente
ha carcomido
sus piedras.

Daño:
Desmesurado el suplicio
lacerante de la duda
Madre de cuatro cachorros,
decapitados
por la impúdica certeza.

Irracional:
La Mariela quiere guerra
La Susana por mi llora
Yo me muero por el Claudio
Si es pa’ arrancarse las bolas.

(Nota del autor: Uno es así.)



LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Abril 2011

martes, 12 de abril de 2011

GOZOSAMENTE

Hacía largo rato que se había tirado sobre la loneta a disfrutar del sol de la tardecita.
La arena estaba aún tibia. Durmió apaciblemente un par de horas.
Al cabo, despierto y con la espalda desaprensivamente enrojecida, fijó su atención de tipo común en un par de mujeres con años suficientes - pero no muy alejados de la radiante juventud -, muy bellas, echadas de bruces sobre la arena fina y blanca cobijadas a la sombra de un parasol. Los lentes oscuros disimulaban la indiscreción.
Enfrentada la una a la otra conversaban con espíritu animado. La rubia se limaba las uñas moviendo continuamente la cabeza como dando curso a sus pensamientos. La morocha vuelta de cara al mar lucía con la cabeza apoyada sobre una toalla. La giraba esporádicamente toda vez que hubiera de replicar con voz queda, o confirmar con un gesto ansioso de las manos algún punto de vista.
En una de esas giró el cuerpo y se ajustó los lentes de sol. La rubia apoyó la cabeza sobre un brazo limpiándose con la punta de los dedos la arena del cuerpo con evidente fastidio. Extrajo los propios de un bolso cercano y guardó la lima.
Como obedeciendo a un acuerdo tácito se ubicaron paralelamente la una a la otra. La rubia levantó una media pierna y la apoyó sobre las de su compañera. Entre sonrisas chocaron las cabezas suavemente. Ésta comenzó a deshilvanar suavemente el cabello de la otra para luego depositar sobre sus labios un par de dedos en cruz, como invitándola a callar. Se incorporó, caminó hacia la orilla deteniéndose largo rato a mirar el paisaje marino. Su acompañante la observaba atentamente balanceando los lentes sobre uno de los dedos.
Con indiferencia los bañistas paseaban por la orilla su rutina playera, partiquinos inconscientes de una comedia deliciosa compuesta por dos seres íntimamente ligados por un amor que bien podría representar un ejemplo clásico.
Al morir en la orilla el suave oleaje rompía con furia benévola contra las piernas de la mujer deshaciéndose en pequeños lagos que el reflujo devolvía al mar desarticuladamente.
Volvió sobre sus pasos haciéndole una insinuación a su compañera. Con un gesto confirmatorio ésta se incorporó y extrajo de un pequeño morral una cámara de fotos.
Con el fondo del mar y la puesta del sol majestuosamente escenográfica cumplimentaron varias tomas. Gestos simpáticos, picarescos y amables se fueron sucediendo entre risas y roce de cuerpos. Alguien se prestó gustosamente a fotografiarlas tomadas suavemente de la mano, el cuello o la cintura.
Al cabo, satisfechas, volvieron a guarecerse bajo la sombrilla, enfrentadas al mar tomadas de la mano.
El sol era un disco rojo brillante que se iba perdiendo en el abismo. El cielo verde lila un espasmo de maravilla tributario del triángulo amoroso.
La rubia apoyó la cabeza sobre el hombro de la otra quien la tomó suavemente del cabello. Llevó hacia sí su boca.

LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Abril 2011

domingo, 27 de marzo de 2011

HISTORIAS DE TRES POR DOS

La luz de la veladora recorta un caos de siluetas informes y movimientos lentos sobre una de las paredes del dormitorio. Sombras abstrusas que lentamente se van sosegando hasta confundirse en una única magnitud irregular, alargada y oscura.
El hombre y la mujer desenredan sus cuerpos con indiferencia exudando complacencia y desvaída pasión.
Como dos objetos no concientes de la existencia del otro, se vuelcan desentendidos sobre ambos lados de la cama.
Ella se arregla el pelo y él tienta sobre algo dentro de la cajonera.
Ninguno habla, ambos miran el techo como esperando la proyección de una película muda.
Él rompe el silencio pesado
- No estuvo mal… ¿eh, Julieta? Cruza las manos bajo la nuca y se mira las uñas de las piernas.
- Aun jadeante la mujer le contesta con la nariz sudorosa:
- La verdad que tenemos mejores y no te ofendas…
Al cabo reposa el codo sobre la almohada sosteniéndose la cabeza. Mira a su amante sin esperanza. Se prende el corpiño y ciñe el camisón al cuerpo. Cobija las piernas bajo la frazada pero definitivamente decide incorporarse.
- Voy al baño…
Él le sigue los movimientos hasta que la pierde de vista. Baja de la cama para calzarse el boxer. Se mira el sexo amargamente.
Ella vuelve con paso decidido. Lo observa sentado en la cama con los brazos apoyados sobre el borde y las piernas cruzadas como un colegial. Saborea un chupetín; el palito blanco va y viene de una a otra comisura.
- No sé para qué carajo te cepillas los dientes antes de acostarte.
Sube a la cama disponiendo el cuerpo como habitualmente lo hace previo al sueño: De espaldas a su marido y con los audífonos de la radio portátil introducidos en los oídos.
- ¿Juli?...
No le responde. Le sacude las costillas con fastidio. Sorprendida ella se da vuelta y lo encara desprendiéndose con fastidio de los audífonos.
- ¿Qué bicho te ha picado? ¿Esta noche no lees?
- Nnnno. Quería hablar nada más. No sé…quería hablar contigo de cosas que no pueden demorar…
Un par de polillas rondan en torno a la veladora.
- Pero amorcito, tu mujercita tiene que levantarse tempranito para hacerle el cafecito con lechecita al hijito y al maridito; luego ir al trabajito, para hacer diez horitas detrás de la cajita del supermercadito y traer el manguito a casita. Las poquitas horitas que le quedan a la pobrecita de tu esposita para dormir las tiene que aprovechar; pero en fin… veamos de qué se trata.
El increpado se saca el chupetín de la boca y lo mira como un trofeo.
- Este…no sé. Es que noto que hay algo que es como una pared que nos separa. No sé…Y quería habl…
- ¿Una pared?
- Si…una pared que estaba pensando, tiene mucho que ver con este amor repetitivo y rutinario. Vos y yo no éramos así. Acordate cuando…
- No querido…no me hagas recordar nada. Acomódate en el tiempo y no llores por los atributos perdidos. No me vengas con manzanas de casas bajas y patios con aljibe. Vamos a proponernos salvar lo que se puede salvar aún… y sanseacabó. Cuando no estás disponible me meto los dedos y chau. Tenemos un hijo…mejor dicho, tengo un hijo y no me vendo con ningún macho.
- Está frío ¿no? Ella no le contesta y vuelve a su posición habitual.
Apaga la veladora, vuelve el chupetín a la boca y reza como todas las noches...


LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Marzo de 2011

domingo, 20 de marzo de 2011

IMPOSIBLE

Cosas del pasado.
El acuciante e indócil pasado
de cuentas rojas y negras
que oprime la esperanza.

Tenebrosa sombra de gavilán
corsario.
Giro acechante
sobre nuestras historias
cómplices,
fundidas en el holocausto
de un pavoroso alucinamiento.

Has vuelto,
lanzada a una nueva aventura
de promesas vacuas.
Me ofreces,
una vez más,
la lascivia de tu boca indecente.
Mueca indecorosa
de un trance de amor mancillado.
Herida oprobiosa
de una ilusión sin soñador.

Y es así que me buscas,
velero sin timón
a merced de la soledad.
Tu redención es quimera.
Apenas si has de lograr
guarecerte,
recomponer el paso…
Restañar brevemente
tus heridas y suavizar,
si aún es posible,
el gusto acerbo de tu tragedia.

Falaz estratagema,
lo sabes,
esa de burlar la vida
no vivida…
Despreciar la inteligencia,
detestar la franqueza,
gangrena del ocio moral.

Reptar es tu pasión malsana.
Tu obsesión…un alma noble
a la cual morder.
Silencios de tragedia
te aguardan.
Has perdido la voluntad esencial.
Nunca más volverás a ser…
Ni yo cobertizo.

LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Marzo 2011

martes, 15 de marzo de 2011

Leyenda Catalana- Pere Porter o en "Pere Botero" o “Pedro Botero”

La leyenda de "Les calderes d'en Pere Botero" (Las calderas de Pedro Botero), es bastante conocida por todos. Ha pasado de boca en boca de padres a hijos, ha recorrido todos los rincones de Cataluña y se ha extendido por España, llegando hasta Portugal y la Cataluña Norte (ósea el Sur de Francia).

Se dice que la leyenda es la hermana pequeña de la historia, dado que toda la leyenda tiene un punto de verdad envuelta de mucha fantasía que la gente, a través de los años, ha ido modificando sin que al final se sepa donde empieza la verdad y donde termina la fantasía.

La leyenda ha sido conocida por los niños de todas la épocas, cuando los padres o los abuelos les explicaban cuentos con la finalidad de que los niños sacasen ellos mismos las consecuencias de obrar bien o mal; pero los nuevos sistemas se han impuesto y la electrónica visual sustituye los cuentos y se pierde la noción del bien y el mal que se transmitían a través de las viejas leyendas.

Lo cierto es la existencia real del personaje que nació y murió en “Mas Portes”, en el vecindario de San Daniel de Tordera y que su vida estuvo envuelta de tanto misterio que verdaderamente hace pensar que realmente algo extraño ocurrió.


La fecha exacta del nacimiento de Pere Porter no se puede precisar, pero si la de su bautizo.

En el Folio 6 del libro de bautizos de el Archivo de la Parroquia de San Estevan de Tordera, consta la siguiente partida : A XIX días del mes de febrero de 1553, ha sido bautizado Pere Porter, hijo de otro Pere Porter, payes del vecindario de Gasolves y Eulalia, mujer suya. Fueron padrinos: Pere Tió, payes del vecindario y Sebastiana Giberta, del mencionado vecindario de la parroquia de Tordera.


A partir del año 1621 empezaron a distribuirse copias manuscritas de los hechos ocurridos a Pere Porter. Y a falta de imprentas, los copistas realizaban a mano el trabajo, y se dieron pequeños errores en la transcripción de fechas y nombres.


Entre estas transcripciones hechas a mano, hay que mencionar la que aún se conserva depositada en el Archivo Histórico “Fidel Fita” de la población d’ Arenys de Mar, escrita por Josep Rusiñol en el año 1734, con el titulo “Historia de Pera Purtés cuando fue al infierno”


Con la llegada de la imprenta, los viejos manuscritos se convirtieron en libritos al alcance de todos. Se sabe que estas publicaciones fueron muy abundantes, pero solo dos de estos han llegado a nuestro poder en la actualidad, son:


“Verdadera relación de un extraordinario fracaso que le ocurrió a Pere Portés, hijo de la villa de Tordera, ciudadano-payes del vizcondado de Hostalrich, Obispado de Gerona”, editado por la imprenta de Manel Llach de la calle Ferreria Vella (Herreria viaja),3, de Girona en el año 1904.

El otro es “Viaje al infierno de Pere Porter” publicado por la Biblioteca popular del Avenç de Barcelona en el año 1906.


El resumen de este extenso relato sobre Pere Porter, dice así:


Relación y memoria del espantoso viaje que hizo Pere Porter, payes de la villa de Tordera, vizcondado de Bas y provincia de Gerona, el 23 de Agosto de 1608.


En el año de la Natividad del Señor, 1608, a 23 de Agosto, por la noche y vigilia de San Bartolomé Apóstol, estaba Pere Portes, payes de la villa de Tordera del vizcondado de Cabrera, muy descuidado en su casa con su mujer y familia, le expusieron un reclamo y le hicieron después en virtud de un acta de deuda que él y su padre firmaron, por cantidad de 600 libras, que habían malgastado. En dicha ejecución, y para ello, vinieron los oficiales de la corte de Hostalrich, que es la de todo el vizcondado- Y por todo lo dicho, Pere Porter estaba obligado, por escritura de tercio, con bienes y personas, así pues los oficiales le inventarían todos sus bienes.

Pero sabia muy bien Pere Portes que el acta en virtud de la cual se le hacia esa ejecución de bienes, hacía muchos años que estaba cancelada, y como el ya había pagado, protesto y requirió que no tirasen adelante dicha ejecución, ya que el había saldado la deuda.


Y como que la cancelación de la deuda fue extraviada y el notario que firmo la cancelación de dicha acta era ya fallecido, la escritura decía que Pere Porter no había pagado nunca y que debía todo el dinero. Así pues los oficiales le dieron 10 días de tiempo para los muebles y treinta para los inmuebles; cerrado el acto del inventario, lo encomendaron a la mujer de Pere; y al quererse llevarse prendas los ministros por ser pagados los salarios y dietas, se quieren llevar en la prisión a Pere Portero. Este suplicó a los oficiales que no le sacasen prenda ni ropa de casa, sino que no se movieran, que él iría a la villa de Massanet, que allí algunos le debían de bastante cantidad de dinero para poder pagar todo el que debía

Los oficiales conocían la bondad de aquel hombre y por las suplicas de la gente que allí había decidieron esperarlo hasta el día siguiente.


Una vez llegado a este acuerdo, Pere se marcho rápido por el camino de Massanet, y marchaba muy preocupado y enojado, y se encontró con un joven bien plantado que iba a caballo y tiraba de otra cabalgadura vacía, y justo en el punto que se cruzaban el joven saludó a Pere y le preguntó de donde era y adonde iba. Pero iba tan pensativo y afligido que no respondió. Volvió el joven a preguntar que era lo que le pasaba y que si el podía ayudarlo en alguna cosa le indicase que pesar era el que tenia que el lo ayudaría en todo lo que pudiera.

Oyendo estas palabras, Pere Porter respondió que sus pesares eran tan grandes que el nada podía hacer por remediarlo, pero era tanta la insistencia del joven que finalmente le explicó lo que le pasaba sobre la escritura que el y su padre habían hecho ya hacía varios años, pues las cosechas habían estado estériles y fue necesario comprar el trigo y fue necesario conseguir el dinero y firmar una deuda que avalaron con todos sus bienes y heredades con escrituras y con obligación de personas.


Así que mi padre, antes de morir, pago dicha cantidad y le cancelaron el acta de deuda y de ello han pasado mas de veinte años, y como el notario Gelma Bonsoms, esta muerto, no se puede encontrar la cancelación de la deuda, y el era quien sabia que se había cancelado.


Mientras iban andando, llegaron al estanque de Sils y como que el camino era estrecho y la cabalgadura en que no iba nadie siempre se le acercaba, Pere Porter, decidió subir al caballo que tantas veces le había ofrecido el joven.

Y así, cuando Pere se aposento en el caballo, todo se alteró y el pelo se li erizo y en su cabeza, oía y veía como las cabalgaduras hablaban una con la otra.

Entonces el joven le dijo a Pere Porter que ya que el le había contado sus pesares y que el le había prometido buscar remedio para sus males y no quería romper su palabra, le promete que hablara con el notario y que el le dirá donde había puesto el acta de cancelación de la deuda.

Una vez dichas estas palabras, el joven añadió: “Sujetaron bien al caballo que yo soy el Diablo”


Oyendo estas palabras, Pere Porter, se sujeto fuerte y dijo: “Jesús, sálvame, no me desampares Virgen Santa María ven a mi.”

Entonces las cabalgaduras, las dos juntas, arrancaron a correr y arremetieran por el estanque de Sils, por montañas y por valles, y en Porter siempre llamando e invocando los nombres de Jesús y de María; y en cuanto que al cabo de una hora de tiempo que fue a caballo, pasaron veloces aunque hubieran grandes montañas y valles, juntamente grandes aguas y mares, entraron por la boca de una cueva y llegaron a una gran planicie que todo era fuego y demonios con gran multitud de gente que sufría grandes tormentos

Asustado Pere Porter de ver todo lo que veía, y en el punto mismo que el demonio que lo había traído le preguntó si conocería al notario Gelmar Bonsoms si lo viese; a lo que Pere contestó que sí y se adentraron entre los demonios y condenados.


Mientras iban andando, Pere veía las almas de mucha gente conocida que habían muerto poco antes o que aún vivían cuando el estaba en su casa y dichas almas le dijeron el motivo por el cual estaban en ese lugar y por ello pagaban todas las cosas malas que hicieron en vida. Y así hasta que encontraron la del notario que estaba condenado en medio de grandes sufrimientos.

Al oír Pere todo lo que le explicó, grito bien fuerte el nombre de Jesús y de María.

Al momento llego a su lado una legión de demonios, los cuales le dijeron a que era debido que les diera tal tormento, nombrando aquellos nombres que ellos tanto aborrecían.

Mientras le decían aquello golpeaban fuertemente al notario para que dijese donde se encontraba el acta de la deuda cancelada, que ellos no podían sufrir más el oír aquellos santos nombres.


El notario dijo que fuese a su casa de Hostalrich, i que en la sala encontraría un armario y delante de el, a siete baldosas de la pared, alzase desde la siete a la doce y mirase que allí encontraría un manual pequeño de firmas de actas y que en la hoja 27 encontraría la suya

Pere volvió a llamar con todas sus fuerzas el nombre de Jesús y María, y al momento los demonios muy enfadados le gritaban que callase, pero el, haciendo la señal de la cruz, les dijo que le sacasen de aquel lugar y entonces el demonio que lo había traído, le dijo que lo siguiera y un hombre vestido como de Romeo, muy resplandeciente que llevaba un bordón en sus manos; y este hombre le ofreció una punta del bordón para que Pere lo tomase. Y Así lo hizo, y al momento se encontró junto a una villa y estaba el solo en aquel lugar.

Entonces, Pere volvió a estar asustando, pensando estar en alguna parte de vizcondado de Cabrera, de pronto vio a una mujer que venia con pan y como tenia mucha hambre, se acercó para tomar un poco, puso la mano en su bolsa y sacó un real catalán boscater y lo dio a la revendedora para que se lo cambiase, mas la mujer le dijo que le diese otra moneda, porque ella no conocía de que tierra era.

Pero como que Pere ya había comenzado a comer, le contesto que la moneda era buena y que no tenía otra. La mujer, al oír esto, comenzó a gritar y alborotar de tal manera que fue llegando mucha gente y le dijeron que el real que daba era de una tierra que era a más de 60 leguas y que aquí no era valida.

Preguntó Pere, porque en Cataluña no valía esta moneda, y le respondieron que estaba equivocado que se encontraba en la Villa de Morvedre en el reino de Valencia.

Al oír estas palabras cayó desmayado y perdió el habla. Estuvo así más de una hora. Mientras iba pasando gente y entre ellos llegó un hombre de Tordera llamado Jaime que era allí por negocios y al reconocerlo, aun que estaba muy flaco y con mala cara y pareciendo que los huesos le habían perforado la piel y esperando que poco a poco fuera volviendo en si, habló con el y se lo llevo a la posada.

Jaime le preguntó cuantos días había estado fuera de su casa, a lo que Pere respondió que no se lo hiciera decir, pero que estaba muy cansado y que mañana día de Sant Bertomeu, se lo explicaría. Jaime respondió que ese día ya había pasado, y que era el día de San Daniel, primer día de Septiembre.

Al oír esto, Pere perdió de nuevo la palabra, y estuvo un mes para recobrar la salud.

Y un día Jaume, le dijo que le contara que suceso le había ocurrido y entonces Pere, se signo y le dijo que desde el 23 de Agosto, a las cinco de la tarde, a las tres horas de haber comido, había estado en el infierno, sin comer, beber, ni dormir, hasta el día de San Daniel que el le había encontrado.


El mencionado Jaume le dijo que callase, pensando que se le había ido la cabeza, pero Pere Portes no dejaba, punto por punto, de contarle lo que le había sucedido.

Al ver que no se lo creía, Pere se alteró y se dispuso a ponerse en camino para volver a su casa, y eso hizo sin querer esperar a que le acompañaran

El día de Todos los Santos, del mencionado año 1608, entró por la puerta de la Iglesia de Hostalrich y cuando lo vieron entrar quedaron todos muy sorprendidos, pues todos le creían muerto.

Después de comer se fue hacía Tordera donde la gente estaba ya enterada de lo ocurrido, ja que Jaume había escrito contando lo que Pere le había explicado.

Al llegar le preguntaban haciendo burla, que como se estaba en el infierno y el respondía que preguntasen a sus parientes, que allí los había visto, y se ponían todos a reírse, pensando que esta loco.


Los parientes de Pere se lo llevaron a su casa y le dijeron que se tranquilizara, pero el les dijo que no se creyeran que había perdido la razón, y que mañana verían como les decía toda la verdad.


El día de los difuntos, 2 de noviembre, después de tocadas las doce horas del mediodía, en Pere Porter se marcho a casa del alcalde de Tordera y le rogó muy encarecidamente que , ja le había hecho la asistencia en la ejecución de vender los bienes, lo acompañase a ver como encontraría la cancelación del acta de la deuda


Aceptó el Alcalde y juntamente con algunos otros que estaban deseosos de ver lo que ocurría, cogieron los caballos y Pere con ellos, se dirigieron a Hostalrich


Solo entrar en la Villa, se encontró a unos parientes del notario Bonsoms, y en el punto mismo les dijo que estaba en el infierno. Otras gentes acudieron a borbotones y alborotados preguntaban por sus parientes, en medio de risas y burlas.

Pero Pere, sin perder la calma, fue a casa del alcalde de Hostalrich y le rogó que le concediera venir hacer asistencia. Aceptó el alcalde y junto con el de Tordera, se fueron a casa del notario, mientras los iban siguiendo mucha gente del pueblo.

Al llegar a la casa, la mujer y los parientes del mencionado Bonsoms, dijeron que no tenían ninguna escritura, pues todas eran en la Escribania.


Pero Pere Porter, replicó que subiesen a la sala de arriba de la casa. Los parientes accedieron, ja que así y de una vez por todas se comprobaría que este hombre era un loco y todos entendían que estaba mintiendo y que tenía alterado el entendimiento.


Subieron a la sala y todos buscaban sin encontrar ningún papel, hasta que Pere dijo que buscasen en el armario y la gente la abrió sin encontrar nada, pero el les dijo que no era dentro sino debajo de la baldose de enfrente, y tal como le había dicho, el notario en el infierno. Eso hicieron y al levantar la baldosa, encontraron el manual pequeño de firmas con lo que quedaron todos asustados.


Y entonces dijo Pere Porter que mirasen la hoja veintisiete y todos asustados miraron y reconocieron que era escrito de la mano del notario Bonsoms y era verdad que dicha acta de cancelación la había tomado y estaba escrita de la mano del notario.

Quedaron todo asustados de tal manera que ni ellos hablaban ni se movían y estaban todos demudados.

En el mismo punto Pere se arrodillo y juntó las manos alzo los ojos al cielo dando las gracias al señor.

Después requirió y pidió que dicha acta de cancelación fuese sacada y dada copia, y así que la Justicia de Hostalric se la entrego, solicitó que le fuesen restituidos sus bienes y todos los gastos en dicha ejecución y así volver a la posesión como antes.


Estos hechos llegaron a los oídos del señor Inquisidor de Barcelona, ya que los parientes de los citados por Pere Portes, se fueron a quejar, y por eso Pere fue llamado por el Tribunal de la Santa Inquisición, detenido e interrogado para saber como había encontrado el acta, lo cual confirmaba ser verdad todo lo que Pere Porter había dicho y dispuesto y por eso fue sacado de la prisión y lo dejaron libre.


Hasta aquí, muy resumida la historia de Pere Portes, siguiendo al máximo posible el mismo estilo de mencionado librillo.

Sea cual sea la parte verídica de esta leyenda, el que si es cierto es que al pobre Pere Porter, algo muy extraño le sucedió, ja que fue realmente excomulgado por la Iglesia.


.El motivo no se puede precisar, aunque es posible imaginar que debería ser debido por ir explicando la experiencia “real” o imaginaria de su viaje al Infierno. En los últimos momentos de su vida se debió retractar y en consecuencia que le fue levantada la excomunión y pudo ser enterrado cristianamente, tal como consta en el Libro de Óbitos del Archivo Parroquial: “A7 de enero de 1618, murió el viejo Porter, excomulgado-retractado- Ilmo. Castanyer- Sepultura simple, día exequias 8”


Para acabar hay que hacer mención de un detalle lo bastante importante como es el nombre del personaje que tal como se le llama en todo momento es Pere Porter y no Pere Portés, como se encuentra en algún escrito, y es que e confunde con el de su casa de Mas Portés, que posiblemente en tiempos pasado podría ser común debido a que se daba a la Masía el nombre de su amo.


Pero aún es mas importante el hecho que en muchos lugares la leyenda se conozca como “Las calderas de Pere Botero”, en la cual el personaje principal es un ser demoníaco que sirve para atemorizar a los niños, siendo una deficiente interpretación del bueno y honrado payes que precisamente por este motivo no es aceptado en el infierno.


Y así acaba de Pere Porter la historia que queda escrita para que quede siempre en la memoria de todos.

Montaje y Recreación.


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martes, 8 de marzo de 2011

DE LOS AMORES

Pon atención mi pequeña:
Hace ya bastante tiempo,
en un burdel de verdugos,
un desalineado dijo:
“Que se me han volao las plumas;
que un tal por cual de sotana,
huele a sangre que no prende.
Y que el más osado amante
ama sin saber muy bien…
si es pecado lo que quiere”.

Intriga y suerte azarosa
es el amor sin un sueño.
Almita de mi alma… diosa,
embozala las estrellas,
ofrécelas al trovero,
pues el amor ilumina
al que galopa sin prisa
tras las huellas de la gloria
sobre un potro volandero.


Goza de su danza el viento
que un delirio alimentara
en los albores del tiempo.
Polvo de ideas y esencias
nacidas de un mundo quieto,
rubor de las Tres Marías,
crujir de sedas al viento.
Amores de un solo día,
un llanto…
Fragua de los sufrimientos.


Muérdete las entretelas,
mi encanto…
Pégale fuego al rocío
Y abre tus labios al cielo.
que escucha por sus cuatro oídos
y cincela los recuerdos.
Háblale de un amor perdido,
amor de conspiraciones…;
tal vez.
Ficción, éxtasis y riesgo.
Restallan fuegos y brasas,
Sones ahuyentan los miedos
Melodía de susurros.
Telaraña de tormentos.

¿Que si el amor desfallece?...
Es de necios no entenderlo.
Pero si aún hay suspiros
Que alivien el sufrimiento
las ilusiones no mueren,
vuelven a la blanda tarde
en busca del derrotero.


Mas si el amor se muriese…
Lo esencial y lo aparente,
disputarían su herencia:
Piel de verano, congojas,
besos de mar, juramentos.

Volvamos a lo mundano,
A lo nuestro, tres por cuatro.
¿Qué hay de cierto
en todo esto?:
¿Éxtasis, ardor ciego?
¿Mirar fiero, desvarío?
¿Flores de melancolía?
¿Corrupción del pensamiento?
Como el mío, ¡mala hora¡
en aquella desvaída
luz de aurora,
que entre arrogancias de asombro
hice escombros de tu vida
sobre tu cálido aliento.

La luz de la luna vela
Su rodar vago y eterno.
Tibieza de evocaciones,
un corazón pordiosero.
Esto es el amor…dicen.
(digo)
Quienes frecuentan el verso.



LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Marzo 2011

jueves, 17 de febrero de 2011

LACÓNICA

El club de fútbol del barrio festeja un nuevo aniversario.
La vecindad goza proletariamente la algazara de una noche de baile popular y el reencuentro fraterno de viejos amigos y familiares.
La cosa es divertirse sanamente, romper “de una” con la rutina de las ocho horas, tomarse “alguna” sin propasarse y si es posible ejercitar la labia con la morocha aquella que lleva a los hermanitos a la escuela.
Bailar y olvidarse por un rato de la vida que marca las reglas. Gozar el cuerpo, amarrarse a una alegría.
No faltan, claro está, los abotagados, enajenados y tiesos, exudando alcohol alevoso sobre el hombro agobiado de su heroica pareja, o los viejos “sabaleros” prendidos a la barra del mostrador con las copas en alto.
No falta nada.
Esa noche el club revienta por las costuras. La orquesta suena como nunca y son muy pocos los que han hecho caso omiso al envite del danzón. Entre vivas al cuadro cumpleañero y la estridente chacota producto de las caderas exultantes transcurre sin tropiezos la velada conmemorativa.
La muchacha observa todo aquello con gesto ausente y tenso. La atmósfera húmeda, impregnada de sudores pesados, aspira el aire limpio como una boa gigante.
Se restriega la nariz.
Luce con naturalidad una minifalda azul y una blusa sabiamente escotada, funcional a sus senos adolescentes y el contorno huesudo del torso. El rostro proporcionado, levemente afilado y desprovisto de afeites, le aporta un tono de belleza inteligente y afable.
Ocupa solitariamente una de las cinco sillas dispuestas en torno a una mesita de bar cubierta de bebidas cola, cerveza, algunos vasos a medio consumir y tres o cuatro “panchos” apilados en un plato.
Con gesto de extremo aburrimiento adelanta el torso y apoya los codos sobre el borde de la mesa. Las palmas soportan el mentón. Tamborilea ansiosamente los dedos sobre las mejillas. Se ajusta los lentes, tironea de la falda, se estira sobre la silla…
Ha cruzado las piernas flacuchentas en una longitud que va más allá del perímetro de la mesa. Satisface un impulso malsano provocando el inevitable tropezón de los danzarines descuidados. Un tipo pasa a su lado y le guiña un ojo. Desvía la vista.
Cada sesión de la orquesta se extiende entre cuarenta y cuarenta y cinco minutos. Transcurrían diez cuando el chico se le acercó y la invitó a bailar.
- No gracias…no sé bailar estas cosas.
- Bueno, para serte franco yo tampoco le "pego" pero ocurre que me siento un poco solo…
- Dímelo a mi…
- …y dentro de un rato me tengo que ir. Me llamo Ernesto y al menos quisiera charlar con alguien.. Al verte pensé que compartíamos algo, no sé…tal vez la soledad.
- Y si tenías que irte tan pronto ¿para qué viniste?
- Bueno…estoy cuidando a mi viejo en el Británico y mi hermana vino a suplantarme por un rato. Es bravo. Salí a la calle a tomar aire, pasé por aquí…y entré, para distraerme. Te vi sola y me animé. No sé de dónde saqué el coraje para abordarte, pero no me arrepiento aunque te hayas negado a bailar.
- Así que tu padre está enfermo, mira tú. Yo me llamo Cecilia, me puedes llamar Ceci.
- Ceci…Bueno, gracias.
Le ofreció un cigarrillo. Ella hizo un gesto negativo he hizo crujir las falanges de una mano. La miró con atención en tanto encendía el propio.
- No te invito a sentarte porque mis amigos vuelven en cualquier momento…
- No gracias, ya me iba porque total…para hacer papelones…Además estoy preparando una bolilla en los escasos momentos en que él logra pescar el sueño.
- ¿A qué hora tienes que relevar a tu hermana?
- Y…en un rato tengo que volver. Ella también tiene un hijo enfermo y no puede quedarse mucho tiempo. Pobre viejo, no tiene salida… Hay que agarrarle el brazo porque se quiere sacar la aguja. Sufre mucho.
- Bueno…espera que te acompaño.
- ¿Qué? ¿Qué?...
- Que te acompaño y de ese modo te ayudo a pasar lo mejor posible la vigilia.. ¿Qué estudias?
- Ciencias Económicas, pero… si ni siquiera me conoces.
- Claro que te conozco. Desde siempre te conozco…mi hombre.


LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
Derechos reservados
Febrero de 2011