LAS HADAS SHAKESPEARIANAS – 4ª PARTE
El sueño de Titania
Después de esta tensa disputa Oberón y Titania se separan, y ésta se dispone a dormir.
Robert Huskisson – Hadas del sueño de una noche de verano 1847
Será durante este sueño cuando el rey exprima el jugo de la flor mágica en sus ojos.
En la obra la reina, antes de dormir, manda a sus hadas una serie de trabajos que han de efectuar, después que la hayan dejado dormida. Las tareas describen el diminuto ámbito de acción de estos seres ligados al entorno natural, ejemplifican los mil detalles con que las hadas cuidan y así mantienen, la salud y el vigor de la naturaleza.
De un modo literario y poético se describe la acción de estos espíritus elementales cuya misión es vivificar la materia con su energía sutil. Aunque en la obra los cuidados van dirigidos a Titania,
podemos transponerlos a la solícita protección con que hadas y elfos mantienen en perfecto estado todo lo creado.
Titania. -- Venid; ahora una ronda y una canción de hadas; luego, os alejaréis por un tercio de
minuto; unas matarán los gusanos en los capullos de la rosa almizcleña; otras
guerrearán contra los murciélagos, para tomar sus alas de piel y vestir con
ellas a mis pequeños silfos; y otras alejarán al ruidoso búho que grita toda la
noche, maravillado por nuestra presencia. Meced ahora mi sueño. Luego, id cada
cual a vuestra obligación y dejadme reposar.
Las hadas cantan.
Sierpes de piel manchada y doble lengua,
Erizos espinosos, ocultaos;
Culebras, lagartijas, no hagáis daño,
No turbéis ala reina de las hadas.
Fuera de aquí, arañas patilargas;
También vosotras, negras cucarachas;
Gusanos, caracoles, no hagáis caso…
Une tu melodía, Filomela,
A nuestro arrullo dulce, dulce arrullo….
No vaya ningún mal a nuestra reina:
No vaya ningún mal ni hechizo alguno…
Tejedoras arañas, alejaos.
Un hada.- Partamos. Ya duerme......
--Queda una sola,
un poco apartada, para
Velarle el sueño.
(Se van las hadas; Titania está dormida. Entra Oberón y exprime en los párpados de Titania el jugo de la flor)
Oberón (canta):
Aquel que veas al dejar el sueño
Por tu amor verdadero has de tomar;
Por él gime y suspira, ya sea os,
Jaguar, leopardo, tigre, jabalí,
De pelo hirsuto; al despertar
Será tu amor aquello; cuando venga
A ti, vil criatura, deja el sueño. (Sale)
Richard Dadd – Titania durmiendo 1841-Óleo sobre tela
Richard Dadd, siempre de fecunda imaginación, representa el sueño de Titania enmarcado en doble arco: el más cercano a Titania y sus hadas, el de menor dimensión, está formado por diminutos elfos músicos; el otro mayor que abarca toda la escena del lienzo por la parte superior, está formado por murciélagos con alas extendidas. A la izquierda elfos y hadas de mayor tamaño que los músicos danzan alegremente.
Aquí y allí gotitas de rocío perlean flores y hongos, trasformándolos en pequeñas joyas. En el fondo, en la oscuridad, vemos la figura de Oberón que pronto ejecutará su venganza.
John Simmons. Allí duerme Titania, 1872
Parecida a la versión de John Simmons: Titania duerme, algunas hadas de compañía duermen junto a ella, La soberana ha dejado su corona y su varita mágica, que penden luminosas, colgadas
de una flor madreselva. Oberón se acerca silencioso con la pócima en la mano mientras Puck mira diverdido.
El enamoramiento de la Reina
Y Titania despierta, y quiere el hado que lo primero que vea sea a Ovillo, que canta solo en el bosque con su cabeza de asno para demostrar a sus amigos –que han huido asustadísimos al presenciar la metamorfosis—que no tiene miedo de lo que el infeliz cree que es una broma que ellos le están gastando. La reina
concibe por ese extraño ser, mitad rústico artesano, mitad asno, una gran pasión:
Titania (despertando).- ¿Qué ángel me despierta en mi lecho florido?
Ovillo (cantando). - Pinzón, alondra y gorrión,
cuclillo de canto liso,
cuya canción oye el nombre
sin osar contestar “no”…..
Pues realmente, ¿quién se las habría con tan necio pajarraco? ¿quién daría el mentís a un pájaro, aun cuando gritara
“cucú” hasta reventar?
Titania.-- Te lo ruego, amable mortal, vuelve a cantar; han cautivado mi oído tus cantos; también tu semblante ha hechizado mis ojos y la fuerza de tu mérito me obliga en el primer instante
a
decirte, a jurarte que te amo.
Ovillo.-- Me parece señora, que poco motivo tenéis para hacerlo; y sin embargo, a decir verdad, la razón y el amor rara vez van
juntos
en nuestros tiempos; lástima es que algún buen vecino se proponga reconciliarlos…. Nada, también sé bromear cuando es la hora
Titania.-- Eres tan prudente como hermoso.
Ovillo.-- No, ni una cosa ni otra. Pero si tuviese ingenio bastante para salir de este bosque, tendría suficiente para cumplir mis
propósitos.
Titania.-- No pienses en salir de este bosque; te quedarás aquí, de Grado o a la fuerza. Soy un espíritu de elevado rango; reina
eternamente
el verano en mi imperio, y yo te amo. Ven conmigo,
pues; te daré hadas para servirte, que buscarán
para
ti joyas en los abismos y cantarán mientras tu duermes en
un lecho de flores; y de tal suerte te purificaré de toda
mortal
grosería, que tendrás la ligereza de un espíritu.
La ilustración de Elisabeth Shippen Green Elliott, pensada para una adaptación de la obra de Shakespeare
para niños y adolescentes, representa a una Titania ornada con vistosas alas de
mariposa en el momento en que ve a Ovillo declamando solo en medio del bosque.
Elisabeth Shippen Green Elliott-¿Qué ángel me despierta en mi lecho florido?1922
Ilustración para los cuentos de Shakespeare de Charles y Mary Lamb
FIN de la 4ª parte. Continuará
Fuente: Elfos y Hadas en la Literatura y el arte
Montaje y Recreación:
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