jueves, 24 de junio de 2010

EL GRAN MAGO







Su origen era tan oscuro como su final. Pudo haber sido un antiguo dios Celta, hijo de los amores de un elfo o el producto de la unión de un demonio con una mortal. Lo seguro es que era un peregrino envuelto en una larga túnica que tenía la apariencia de un anciano y la vitalidad de un joven, dominaba la magia y tenía dones proféticos. Se decía que había nacido en Gales, alrededor del año 470, y que su padre era un magistrado romano y su madre una sacerdotisa virgen consagrada a Vesta, la diosa romana del fuego del hogar que renegó de sus votos. La madre lo llamó Ambrosio, que significa “inmortal” (la ambrosía era el néctar de los dioses mitológicos).
Ambrosio se convertiría en mago, poeta, músico y cantante, pero al mismo tiempo druida adivino. Caminaba rodeado de animales del bosque y se presentaba en las moradas precedido de un fulgor de misterio, unido al destino de un país exótico donde los caballeros abandonaban sus hogares para salir a cazar dragones o enfrentarse con gigantes.
El mago facilito al rey del lugar, la seducción de la hermosa esposa de un duque cercano. Como se trataba de una dama fiel, el mago hizo que el rey tuviera por breve tiempo la apariencia externa de su marido, y así pudo satisfacer su deseo y la dama quedó embarazada.
Ella dio a luz un varón que el mago ocultó por dieciséis años, porque sabía que integrarlo al reino demandaría tiempo, sangre y decisión.
El tiempo pasa, y el joven cumplió los dieciséis años, pero los adivinos y los magos del país anunciaron al rey que su trono estaba en peligro, y que el responsable era una divinidad que se oponía a sus designios, un niño nacido sin padre. Los soldados del monarca empezaron la búsqueda de este niño y habiéndolo encontrado, lo llevaron ante él. Era, efectivamente, Ambrosio, y allí realizó su primera profecía ante los adivinos y magos, y delante del rey.
Al tiempo consiguió poner a su hijo en el trono, y le aconsejó sabiamente en los asuntos de gobierno. Luego eligió a los caballeros que integraron el grupo que ayudaría en sus hazañas al nuevo rey, haciendo que en la silla de cada caballo aparecieran grabadas misteriosamente las letras en oro con los nombres de sus integrantes. Lo último que hizo fue enseñar a Viviana, la Dama del Lago, su magia, y desapareció misteriosamente.
Dicen que aun vive, y aunque tenga la apariencia de un muerto quizás un día despierte, y renueve su magia para dominar la fuerza de la naturaleza e iluminar a los humanos para que sean más justos.
Los que han leído hasta aquí habrán reconocido al mago, nada menos que MERLÍN.

2 comentarios:

  1. Gracias Robert, por traer este aporte sobre Merlín, no habia leido esta historia, si otras variantes.
    Me gusto, y me alegra verte por aquí.

    Besos.

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  2. Muchas gracias Angelsmar. Tal cual lo dices, nunca la habías leído porque hice una adaptación a la mitología de Merlín, que es mucho más extensa y detallada. Como sea es un personaje muy interesante, y del que hay numerosas versiones.
    Un abrazo amiga

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